jueves, 18 de junio de 2015

¿Nos comunicamos?

Buenas noches:

Hoy toca reflexionar sobre cómo nos comunicamos con nuestros hijos... hay mucha teoría respecto a esto pero realmente y para que todos nos entendamos lo que nos interesa es tener una comunicación efectiva con nuestros hijos y en la efectividad va implícita la afectividad. Si en nuestra comunicación con ellos no les llegamos, no les hacemos sentir queridos y escuchados desde pequeños, estamos provocando un alejamiento, estamos provocando que vayan evitando tratar ciertos temas.
Cuando los niños son pequeños sus preocupaciones vitales suelen ser bastante insignificantes para nosotros, se nos suele olvidar que para ellos en ese preciso momento, es lo más importante que pasa en su vida.
Si no tenemos tiempo para escucharles tres o cuatro minutos, ya que no suele ser mucho más, cuando les pasa algo importante para ellos con cinco años, ¿cómo podemos esperar que nos cuenten algo importante para ellos con quince?.
En esto reside la clave, en crear desde hoy mismo, sea la edad que sea, un clima de comunicación, basado en el respeto, en la ausencia de juicios y en la diversidad de opiniones como enriquecimiento, no como motivo para discrepar.
Si nuestros hijos se sienten escuchados y respetados, tenderán a comunicar más, a contarnos más cosas y por imitación a respetarnos a nosotros también.
El tema de la comunicación efectiva tiene mucho mayor importancia de la que le solemos dar, expresiones como "es muy pequeño", "no entiende", "eso son cosas de mayores", etc... lo único que hacen es evitar hacer lo que tendríamos que hacer en el momento que lo tendríamos que hacer, es decir, cuando surge la pregunta, la duda, la conversación... Vamos a hablar con ellos de todo, adecuado a su edad, por supuesto, pero de todo, si evitamos temas les estamos enseñando a que ellos los eviten también y quizá cuando nos empecemos a interesar realmente por lo que piensan y sienten ya sea tarde para que ellos tengan interés en contárnoslo a nosotros.

Feliz fin de semana.

Continuaré con esto, estoy profundizando mucho en el tema y el sábado pasado ya impartí un taller sobre este tema con mi compañera y amiga Inés de Dios (coach de familia).
Gracias por leerme

Jairo

viernes, 5 de junio de 2015

Hoy, de repente, voy a dar las gracias....

Hola de nuevo a todos (y todas):

Reflexionaba sobre aquellas veces que le exigimos a nuestros hijos que den las gracias o pidan las cosas por favor.... lo cierto es que normalmente cuesta si no es un hábito que tenemos nosotros ¿tú das las gracias continuamente? ¿pides todo por favor, incluso a tu pareja?.. si es así será mucho más fácil que nuestros hijos interioricen este hábito, como cualquier otro.
Ya lo vimos el otro día en el vídeo, nuestros hijos hacen lo que ven... si nosotros nos sentimos algo ridículos o violentos dando las gracias o pidiendo las cosas por favor, en casa, en un bar, en el supermercado, donde sea, es difícil esperar que esta sensación no se multiplique en nuestros hijos.
No se nos olvide que eso de "haz lo que yo diga, no lo que yo haga", no deja de ser una milonga, los niños tienden a reproducir lo que ven en nosotros, siempre nos están observando, incluso cuando no somos conscientes de ello. ¿No os ha sorprendido alguna vez haciendo o diciendo algo? si el no estaba mirando...

Parecen muchas cosas pero si nosotros somos agradecidos y correctos en el trato con los demás nuestros hijos seguramente lo serán, porque lo raro será que actúen de otro modo.
Eso sí debemos tener siempre en cuenta que ellos repiten las conductas que ven y sobre todo las que perciben, cuando nosotros intentamos disimular porque están ellos delante... no sirve, en algún momento en el que no nos demos cuenta saldrá nuestro verdadero yo y ese, y no cualquier otra cosa, será la que nuestros hijos van a imitar...

Piénsalo, por muy buen actor que te creas, tu hijo es mejor espectador...

Gracias por leerme.

Jairo