lunes, 20 de julio de 2015

Inteligencia Emocional

Hola a todos:
La Inteligencia emocional... esa que parece estar tan de moda últimamente...
La inteligencia emocional realmente no es mas (ni menos) que darnos cuentas de las emociones de los demás, de cuando están tristes, alegres, emocionados o lo que sea y saber actuar con ellos de acuerdo a lo que están sintiendo. Se dice que tener un buen nivel en inteligencia emocional es el doble de importante que tener un alto coeficiente intelectual.
A nosotros lo que nos interesa es cómo utilizamos esto con nuestros hijos, ahora y en adelante. Lo ideal y así lo hacían las madres antes, es distinguir desde bien pequeños cuáles son las emociones de nuestros hijos, desde sus primeros llantos, ir reconociendo cuando lloran por un motivo y cuando lo hacen por otro. Incluso nos encontraremos con que habrá veces en que simplemente lloren... sin que les pase nada... será su forma de expresarse.
Cuando ya van siendo más mayores debemos prestar atención a cómo se sienten, esto es lo contrario de lo que solemos hacer preguntándoles sin esperar respuesta diferente a la que ya tenemos preconcebida. Se trata más bien de observar, de ver cómo ser relacionan con los demás, con sus iguales principalmente y con nosotros, de entender por qué reaccionan de un determinado modo y saber con qué tienen relación.
Y sobre todo cuándo algo pase fomentar que se hable de ello, no es necesario como he dicho ponernos pesaditos con ellos sino intentar que suelten lo que les ha pasado y esto se consigue estando atentos del momento en el que ellos lo van a querer hacer, que seguramente no coincidirá con el que nosotros hemos decido que lo hagan.
Recientemente he tenido una decepción, respecto a una noticia que esperaba y no ha sido todo lo buena que esperaba, no está mal es cierto, me decía mi hijo, pero podría ser mejor y así lo esperaba yo y me he sentido decepcionado... Estamos educados, especialmente los chicos de mi edad y más, a ocultar las emociones, a que no se nos note débiles y a que no es adecuado llorar. Pues sí lo es, si somos sensibles es mucho mejor sacar fuera como nos sentimos en cada momento y es muy bueno que acompañemos a nuestros hijos a que expresen cómo se sienten, siempre que quieran , siempre que nos parezca necesario, siempre que pase algo y eso es lo que me pasó a mi, me sentí decepcionado y aunque la primera tendencia fue a ocultarlo, pues tenemos la creencia de que nos mostramos débiles ante los demás y especialmente tenemos esa intención de ser para ellos como héroes. Ya lo somos, no nos quepa duda.
Pues bien, demostré como me sentía, y si el me preguntaba yo le contestaba y le daba todo el tipo de explicaciones que rodeaban al momento, no me siento suficientemente reconocido, yo lo veo de otro modo, estoy triste, lo que sea que sientas tiene nombre y al nosotros demostrárselo a nuestros hijos estamos sembrando para que ellos lo hagan también.
Eso sí, cuando llegue su momento. Lo que quiero que saquemos hoy de aquí es que si nunca hablamos de sentimientos, ellos seguramente tampoco lo hagan, al menos con nosotros. Que si no les enseñamos lo que es la tristeza, la contrariedad, en enfado, la alegría, luego les resultará muy difícil canalizar estas emociones cuando las sufran o las disfruten; siempre será más fácil si las conocemos. Y si nuestros referentes también tienen emociones, no será malo que yo las tenga también.
El conocimiento de las emociones de nuestros hijos nos van a facilitar enormemente la comunicación con ellos, no se nos olvide.

Gracias por leerme.

Jairo

A continuación os dejo un vídeo explicativo de las seis emociones básicas de D. Goleman, para aquellos que no quieran leerse el libro. Es una forma de ampliar nuestro conocimiento al respecto y de tener una noción clara de lo que son las emociones más habituales en nuestros hijos, ya que vienen incluso con algún ejemplo.




jueves, 16 de julio de 2015

¡Cuidado hijo!

Hola a todos:
 De esto me apetece hablar hoy, de las veces que les mandamos a nuestros hijos tener cuidado... ¿Acaso ellos tienen miedo? 
Es muy cierto que ellos no suelen ser conscientes del peligro, normalmente porque no han tenido una experiemcia que les haya enseñado las consecuencias de determinados actos y nosotros si... tendemos a trasladarles nuestros miedos. Una vez a un niño jugando se le salió un hombro y desde entonces mi abuela cada vez que alguien se agarra a un niño pide pavorosa que eso pare, calculo que aquello pasó hace 60 años o mas... ¿os imagináis que desde hace ese tiempo no hubiésemos permitido a ningun niño por los miedos de mi abuela?
En ocasiones pecamos de esto, trasladamos nuestros miedos, nuestras inseguridades y nuestras creencias limitantes a nuestros. Por supuesto que una de nuestras obligaciones como padres es protegerles. Desde luego que no vivimos en las mismas condicines de hace 30 o 40 años cuando los niños y niñas nos criabamos en la calle jugando y salvo que hubiese que coser todo se arreglaba con mercromina. Pero ¿es bueno para nuestros hijos que les evitemos todo riesgo y por ende todo aprendizaje? ¿ A cuántos de.nosotros todo nos ha salido siempre bien a la.primera? y si así hubiese sido ¿cuanto hemos.aprendido de eso?
Gracias por leerme.
Feliz día.... yo lo voy a tener porque así lo he decidido... aunque nadie ha dicho que vaya a ser fácil.
Jairo

domingo, 5 de julio de 2015

¿Qué es la paciencia?

Buenos días
Ultimamente me vengo fijando en la paciencia... desde el punto de vista de los niños... es una cualidad muy poco entrenada y desde el punto de vista de los padres parece que no tenemos paciencia para enseñar a nuestros hijos a ser pacientes.
Los niños no nacen con el don de esperar a que para nosotros sea un buen momento ni por supuesto entienden, ni tienen por qué, que nosotros podamos tener otras necesidades en ese momento.  
Somos nosotros, como en todo, los que tenemos que irles ayudando a que sean capaces de esperar, de entender que su necesidad, que la mayoría de las veces no es tan importante, puede esperar unos minutos.
 Esto les va a ayudar a ser más felices, porque va a evitar que el conseguir su objetivo de forma inmediata y pasando por encima de lo que sea les genere esa ansiedad que muchas veces vemos y sobre todo... seamos conscientes de que hay cosas, deseos, que no se pueden conseguir, o al menos no en ese preciso instante. Si les estamos acostumbrando a que todo sea sí y ya... cuando no pueda ser (hay cosas que no pueden ser, por suerte) les va a provocar una frustración a la que no están acostumbrados y eso va a provocar que se multiplique aquello que estamos intentando evitar.
Seguramente su reacción no va a ser buena.
Cuando decimos que un niño se conforma con cualquier cosa, normalmente no es por casualidad, sino porque hemos ido acostumbŕándoles y haciéndoles ver que sus necesidades importantes están cubiertas y que sus caprichos a veces se pueden atender y otras veces no. El sentirse seguros y tener límites les va a hacer sentirse más felicies y ¿no es esto lo que queremos realmente?

Feliz día.