domingo, 12 de junio de 2016

Orden de prioridades

Buenos días:

Sigo en mi afán de observar todo lo que curre a mi alrededor, relacionado con el comportamiento que tenemos con nuestros hijos y por supuesto la respuesta que en ellos provoca cómo hacemos las cosas.
Hoy he titulado a esta entrada "Orden de Prioridades", porque de algún modo lo tenía que titular.
A raíz de algo que me pasó la semana pasada, he pensado sobre este tema y te voy a lanzar alguna pregunta para que, si realmente quieres, pienses sobre ello esta semana:
¿Realmente querías la maternidad/paternidad?
¿Tus hijos han mejorado tu vida, tu felicidad?
Ahora que sabes que son para toda la vida, y que no siempre es fácil... ¿Qué vas a hacer?
¿Qué te gustaría cambiar? ¿Y por qué no lo haces?

Y podríamos seguir preguntando cosas, sobre nosotros como padres... pero realmente... ¿Cuál es nuestra prioridad en estos momentos?, me gustaría que pensases de aquellas cosas que tienes, pareja, hijos, trabajo, hipoteca, coche, gimnasio, grupo de teatro, etc. Cuál es la más importante para ti en estos momentos, no me lo tienes que decir, no se lo tienes que decir a nadie, simplemente ser sincero contigo y ver que es lo que realmente te parece base de lo demás.
Hay varias opciones según cada persona, aunque nos parezca mentira así es y deberíamos clarificarlo, ¿es más importante tu bienestar económico que tu hija?, ¿Seguro?, ¿Cuanto tiempo dedicas a cada uno de los dos?.

Y como estas otras muchas preguntas que podemos hacer, no soy paidocentrista (el niño como centro de todo), pero si procuro que seamos coherentes, y como he dicho ya , no podemos esperar de los niños cosas que no ven en nosotros, es decir, si somos poco claros, nos cansamos pronto de insistir en aquellas cosas que sabemos que son fundamentales para nuestros hijos, si damos prioridad a quedarnos mas que a irnos aunque ya sería la hora. Si nos damos cuenta el lunes de que la niña está "insoportable" desde las 8 que nos hemos levantado. Si le decimos "qué malo te estás volviendo".

Si te identificas con alguna de las anteriores, te suenan o quieres evitarlas, establece las prioridades, todo se puede hacer, aunque evidentemente no todo igual, ahora como padres no vamos con nuestros hijos pequeños a las discotecas a las 3 de la mañana... pero sí conocemos el maravilloso mundo que se abre ante nosotros los domingos de invierno a las 7:50 de la mañana. Lo que antes era hora de llegada ahora puede serlo de salida.
 El día sigue teniendo 24 horas, no nos han quitado ni media, aunque a veces sintamos que nos falta el tiempo para todo. Eso sí, ha cambiado la forma en que las utilizamos, han cambiado las responsabilidades y las cosas de las que estar pendiente y ha cambiado también nuestra forma de ver las cosas, en ocasiones nos vemos haciendo aquellas cosas que siempre habíamos dicho que no haríamos.
En este punto, y ya para despedirme por hoy, os recuerdo una frase que me gusta " el corazón tiene razones que la razón no entiende". Ya la habréis escuchado, la mayor parte de las veces relacionada con el amor de pareja, pero para el amor que sentimos por nuestros hijos vale también, incluso más, porque a veces nos hace convertirnos en todo aquello que siempre habíamos jurado no convertirnos, aun así, podemos cuidar bien de nuestros hijos cuidándonos también a nosotros, porque solo así podremos ofrecerles lo mejor de cada uno de nosotros.

Feliz semana

Jairo del Caño
Coach&Trainer

jueves, 2 de junio de 2016

El poder del ejemplo

Buenos días:

Llevaba tiempo sin pasar por aquí, diré que he estado muy ocupado.
No paro de fijarme en los comportamientos que veo a diario, me encanta observar a la gente y hago auténticos esfuerzos por no juzgar. Realmente no siempre es fácil, dado que cada uno tenemos nuestros propios esquemas y creencias, de manera que muchas veces lo que hacen los demás nos rechina, nos extraña.
Observo en personas cercanas comportamientos que difieren mucho de la forma en la que yo veo las cosas y por supuesto en personas desconocidas. Uno intenta muchas veces buscar coherencia en los demás, a veces pienso que lo que realmente busco en coherencia en mi y utilizo a los demás como reflejo de lo que quiero y lo que no.
Después de esta breve reflexión quería hablarte hoy del poder que tiene el ejemplo que le damos a nuestros hijos.
¿Alguna vez te ha pasado que tu hijo no estaba escuchando, estaba jugando tranquilamente "a lo suyo" o ni siquiera estaba en la misma estancia, y luego te ha preguntado por algo de la conversación que tu acababas de tener con otra persona? ¿Cómo se ha enterado? Seguro que alguna vez, o muchas, te  ha pasado algo similar y esto me lleva a pensar que ellos siempre están pendientes de nosotros, somos sus modelos, somos sus referentes y hasta cuando parece que no nos hacen ni caso, están conectados a los que nosotros estamos haciendo.
Os voy a poner algunos casos en los que el ejemplo que damos está claro para los niños, independientemente de lo que luego queramos decir o hacerles pensar al respecto:
El reciclaje, es algo relativamente reciente , uno puede hacerlo si quiere, en función de tu conciencia, de aquello en lo que quieras fijarte. Yo si separo, reconozco que a veces es engorroso el tema de los envases, ya que son voluminosos y el contenedor no está cerca, aun así lo hago, por convicción propia y cuando mi hijo me dice que hay gente que no lo hace, por supuesto le doy la razón y le acompaño a tirar la bolsa de envases a su contenedor, así con el cartón y el vidrio también y junto hacemos un cálculo matemático, si con este gesto salvamos dos árboles, si lo hace una parte de lo 46 millones de personas que viven en España, estamos salvando algunos millones de árboles.
Lo importante no es el reciclaje en sí, sino la coherencia entre lo dicho y lo hecho.
Me ha gustado poner este ejemplo dado que algo real que me ha ocurrido hace unos días y me agrada compartir la experiencia contigo.
Al igual que pasa con esto, ocurre con muchas de las otras cosas que hacemos a diario, si no creo en algo o no quiero hacerlo, no lo hago, pero tampoco mando un mensaje contradictorio.
En muchas ocasiones escuchamos decir: "cómo te pille fumando ya verás", y lo está diciendo una madre con un cigarro de la mano, ¿qué le decimos a nuestros hijos?, ¿que el tabaco es malo?... si lo es da mucho que pensar, cuando menos que no será tan malo si mi madre lo hace.
Es como cuando les decimos que no se grita o que el móvil no se usa en la mesa, ¿qué estamos haciendo nosotros al respecto?. ¿No gritamos nunca?. En muchas ocasiones intentamos convencer a los pequeños de que nuestras excusas para hacer lo que decimos que no se debe hacer, son mas válidas que las suyas.
Podemos decir todo lo que queramos, que ellos se quedarán, como ya hemos dicho otras veces, con lo que hagamos realmente, si escupimos, escupirán, si nos metemos el dedo en la nariz, ellos lo harán, sino recogemos las deposiciones de los perros, eso será lo que les estamos enseñando.
En definitiva, la forma de sentarnos en la mesa, la forma de caminar, lo que comemos o bebemos, lo ven nuestros hijos. Y especialmente son conscientes de la coherencia en nuestro proceder.

Espero que esto que escribo hoy nos ayude a todos a reflexionar un poco, sobre lo que hacemos y sobre cómo lo hacemos.

Feliz día.

Jairo