viernes, 22 de julio de 2016

¡Pórtate bien!

Hola a todos:

Hoy vuelvo por aquí para escribirte una nueva reflexión, que como dice el título del título de la entrada, está relacionada con cuando les decimos a nuestros hijos que se porten bien.
Lo veo continuamente, les decimos eso sin explicarles nada más y claro, ¿vosotros creéis que tiene el mismo significado portarse bien para un niño de 3 años o de 5 que para un adulto?
Es mucho más conveniente que les digamos claramente lo que queremos que hagan y a poder ser en positivo: Quiero que recojas los juguetes, me gustaría que te lavases los dientes, me pongo contento cuando acabas toda la cena, es mucho mejor cuando estás aquí cerca de mi, etc. etc., tiene mucha relación con otros puntos que ya hemos tratado, vamos a darles una explicación clara de lo que queremos, a poder ser en positivo y sin amenazas, ni tampoco necesitamos sobornarles, ofrecerles grandes premios por cosas que deben hacer, porque nosotros se lo hemos explicado de forma que ellos puedan entender lo que esperamos de ellos.
¿Y si no se portan bien? pues eso, ¿qué hacemos si pese a decirles claramente lo que esperamos de ellos, hacen lo que se les antoja? pues bueno, como ya sabéis y vais comprobando, los castigos cada vez sirven de menos, además me cuesta decir, en caso de utilizarlos, cuál sería el modo y tiempo exacto y adecuado de aplicarlos.
Nuestros hijos si van a distinguir y entender claramente la emoción que provocan en nosotros, les va a encantar poder hacer algo que a nosotros nos provoque demostrarles ilusión, alegría, orgullo, etc. sin aspavientos ni sobre actuaciones, simplemente demostrándoles con nuestras palabras y especialmente con nuestro lenguaje no verbal, que esa conducta, que el hecho de haber hecho lo que se esperaba de ellos, me produce alegría. Cuando esto no pasa, cosa que puede ocurrir mucho al principio, vamos a mostrarnos lo más indiferentes posibles, de manera que evitemos compensarles con nuestra atención, aun enfadados, les estamos dedicando tiempo, atención, les estamos dando protagonismo y con esto estamos reforzando, sin querer, por supuesto, la conducta que no queremos que repitan. 
Me explico, no se trata de "pasar de todo" ni mucho menos de "dejar que hagan lo que quieran", sino de que vayan entendiendo cual es nuestra respuesta ante los actos que nosotros les hemos explicado que pretendemos de ellos y cuál es la respuesta cuando "se portan mal" (recordad que su criterio es siempre diferente del nuestro), siempre los niños van a tender a repetir la conducta que produce placer y aceptación en los demás, si la otra alternativa es que pasen de nosotros, muchas veces, incluso en lo adultos, la indiferencia es el mejor de los medios para que dejen de pasar las cosas. No siempre es fácil y se necesita tenerlo claro y ser coherentes. Pero os recomiendo encarecidamente que probéis y si os surge alguna duda os pongáis en contacto conmigo.
No debemos pretender que nuestros hijos se porten bien como nosotros esperamos, debemos pretender que sean lo más felices posibles y eso nos llevará a lo otro; pero sin confundir la felicidad inmediata, la satisfacción inmediata de sus deseos, que no necesidades, con que los niños se sientan queridos y comprendidos y sepan claramente lo que se espera de ellos.
¡Atrévete a probar!

Es un placer compartir contigo.

Jairo del Caño
Formador & Coach


Ahora que estamos en plena temporada de vacaciones os dejo el siguiente enlace, os lo comparto porque creo fírmemente en que educar con humor es posible y explicar las cosas con humor... también.

Feliz fin de semana