miércoles, 3 de agosto de 2016

¿Preguntar o decidir?

Hola a todos

En estos días estoy de vacaciones, pero aquellos que me conocéis sabéis que para mí esto no es un trabajo sino una pasión. Por eso aunque estoy relajado en una piscina no puedo evitar darme cuenta de lo que está pasando a mi alrededor.
A mi lado tengo a un padre que acaba de decir que sus hijos hacen caso a cualquiera menos a él y claro desde mi posición resulta bastante fácil darse cuenta del por qué.
El padre en ningún momento está mandando a sus hijos o pidiéndoles las cosas de manera que ellos lo vayan a hacer, sino que les está  preguntando si quieren hacerlo, continuamente y claro los niños, cómo les das a elegir en todo momento, si quieren o no hacer algo, deciden que no,  que no quieren más merienda, que no quieren ponerse la gorra, que no quieren darse la prptección solar,  nosotros preguntamos y ellos responden.
Me da la impresión de que en ocasiones queremos ser tan "guays" qué olvidamos que aquellas cosas que les estamos diciendo a nuestros hijos que hagan es por su bien es decir el que se pongan la gorra se ve en la protección solar es para que no se quemen el que merienden es para estén sanos y nutridos no es un capricho nuestro por lo tanto no es el momento de darles a elegir si quieren o no hacerlo eso lo tienen que hacer ya buscaremos otras opciones otros momentos otras situaciones en las que podamos darles a elegir si quieren o no hacer algo o si prefieren ponerse un modelito u otro.
A mi modo de ver es muy importante que los hijos distingan claramente cuando les estamos dando alternativas y cuando no porque es lo que deben hacer.
No podemos esperar que nuestros hijos sean obedientes en otras situaciones en las que incluso puede estar en juego su salud o su vida si no somos capaces de que lo sean en un las situaciones normales cotidianas.
Cómo vamos a evitar que nuestro hijo un día cruce la carretera llena de tráfico si no conseguimos que en el día a día nosotros les decimos que hagan cosas que ellos tienen que hacer sí o sí. Es muy importante que distingamos claramente aquellas cosas qué son opcionales , que nosotros planteamos como una posibilidad, de aquellas otras que son obligatorias, es decir, si llevamos a nuestro hijo a poner una vacuna porque creemos lo que la medicina nos dice, que es adecuado para su salud, eso no lo negociamos, no nos vamos del médico sin poner la vacuna.
Por todo eso es importante que nuestros hijos entiendan la diferencia entre las cosas que tienen que hacer porque nosotros como padres, como adultos responsables de ellos, creemos que es lo correcto. Aquellas otras cosas que no implican un riesgo o una inseguridad para ellos podemos expresarlas de forma ditinta animandoles a participar y a tomar decisiones.
Seguimos probando y seguimos aprendiendo.

Feliz tarde.

Jairo del Caño
Formador & coach