martes, 29 de septiembre de 2015

Te va a reñir el señor

Hola a todos:

Hoy vamos a hablar, después de un mes muy atareado vuelvo a escribir, sobre alguno de los temas que he reflexionado últimamente, y es la costumbre que veo con mucha frecuencia de delegar la disciplina en los demás... frases como con la que titulo este post o aquellas del tipo "se lo voy a decir al policía" me hacen pensar que si nosotros no les vamos inculcando unos mínimos de disciplina a nuestros hijos, no será nada fácil que los reciban de otros ambientes.
Que si nuestros hijos no nos respetan lo suficiente, si somos de los que decimos habitualmente, incluso desde bien pequeños, " es que no puedo con él" "mira  a ver si a ti te hace caso porque a mí..."  cómo esperamos que respeten y hagan caso a la dependienta de una tienda, a la policía de proximidad o al cualquier otro adulto. Si nosotros representamos al adulto de referencia para ellos, y como ya hemos dicho en anteriores post, no somos coherentes, va a ser muy difícil que ellos entiendan que deben respetar u obedecer a otras personas.

No es el policía o el jardinero el que debe llamar la atención a nuestros hijos llegado el caso, somos nosotros los primeros que debemos atajar las conductas que no son adecuadas, si lo hacemos con frecuencia y somos ejemplo de lo que decimos, nuestros hijos lo van a interiorizar, va  a formar parte de su día a día.

Yo jamás he pisado unas flores que plantan en las plazas en primavera, incluso si se ha colado la pelota he evitado siempre pisarlas y he procurado acercarme con sumo cuidado en caso de necesidad, por tanto mi hijo es lo que ha visto desde pequeño, ese respeto a las zonas naturales, al igual que a los animales en general, por tanto será muy probable que él haga lo mismo y por extensión será muy improbable que alguien tenga que llamar la atención a mi hijo por pisar flores o por dar una patada a un perro, dado que eso está fuera de nuestro comportamiento habitual, forma parte de aquellas cosas que he interiorizado que no son adecuadas, de manera que no las hago habitualmente.

Cuando nuestros hijos se están comportando de una forma inadecuada para el contexto en el que nos encontramos, nos vale el ejemplo de la flores, somos nosotros lo primeros que debemos intervenir con firmeza, sin que nos valga que los demás también lo hacen.

El hecho de mirar para otro lado, o recurrir a la amenaza, irrisoria para nuestros hijos normalmente, de que es otra persona la que les va a llamar la atención, nos está restando autoridad y credibilidad, dado que estamos demostrando que no sabemos o no queremos afrontar este tipo de situaciones en las que estamos faltando el respeto a los demás.
Otra cosa es que la conducta que estén teniendo nuestros hijos no nos parezca para tanto, esto es algo muy habitual entre los padres de hoy en día, los padres motivados como dice Capdevila, y si bien creo que es muy importante que decidamos que tipo de batallas queremos librar con nuestros hijos, me parece tanto o más que les orientemos en cómo se tienen que comportar en los distintos momentos sociales.
Esto último nos va a ayudar a que tengan unos comportamientos adecuados en el ambiente escolar o en cualquier otro en el que nosotros no estemos. No podemos pretender que nuestros hijos se porten de un modo que no conocen, que tengan respeto por los demás si nosotros no se lo hemos demostrado, por ellos mismos lo primero, por nosotros y por los demás a continuación.
Un último ejemplo por hoy, si nosotros de forma habitual nos referimos a sus maestros de forma despectiva, qué tipo de importancia le van a dar nuestros hijos a que éstos les llamen la atención o les intenten enseñar cosas... Si mi tutora me riñe pero mamá dice que no tiene ni idea yo decido que no voy a hacer ni caso ni a mi tutora ni a mi madre como hago habitualmente.

Es un poco denso este post, pero es algo en lo que si queremos seguir mejorando como padres debemos fijarnos.

Feliz día y hasta muy pronto.

Jairo